Del lat. pensare y gr. krinein
1. Habilidad milenaria para descubrir que todos los problemas están conectados, pero ninguno tiene solución.
2. Análisis que permite conectar puntos invisibles entre tu taza de café, la crisis económica global y el gato del vecino... mientras todos fingen que entendieron pero sólo esperan la diapositiva final.
3. Arte de ver que todo tiene que ver con todo, menos tu aumento de sueldo, que sigue siendo un sistema paralelo, cerrado y perfectamente estancado.